- Entonces, ¿nunca pensaste en casarte?
- Sí, pensé –respondió Juan. – En mi juventud resolví buscar a la mujer perfecta. Crucé todas las congregaciones y cuando llege a la congregacion boulevard y conocí a una mujer muy linda y amable ; pero ella no era muy espiritual y le atraian algunas cosas del mundo.
Continué visitando y fui a la congregacion Linda Vista; allí encontré a una hermana muy espiritual precursora, pero no era bonita. Entonces resolví ir hasta la congregacion masssss lejana, la congregacion donde cené en la casa de una hermana bonita, y espiritual precursora regular, amable hospitalaria, amorosa.
- ¿Y por qué no te casaste con ella?
¡Ah, hermano mío!- respondio Juan- Lamentablemente ella también quería un hombre perfecto.
A veces no es conveniente pedir mas de lo que podemos dar. Es posible que lo que buscamos este a nuestro alcance pero aun no lo hemos notado.
Agradecimiento espesial a la hermanita PeRlItha OrrAnTIa por el E.mail.
3 comentarios:
Hola Jorge, con mucho gusto aquí te dejo mi primer comentario en tu blog:
Tienes un blog con muchas cosas interesantes y esta entrada me ha encantado sobre el hecho de que no conviene pedir más de lo que podemos dar.
Sigue adelante con tu blog, y cuenta con una asidua lectora más.
Con cariño,
Rosa Amado
Gracias Rosita,por el comentario en el blog,creo que es mutuo por que tambien me gusta visitar tu blog para poder enterarme de cosas interesantes.
Gracias nuevamente por el comentario..
Una ilustracion muy buena, a veces buscamos en los demas cualidades de las q carecemos por eso es muy importante autoexaminarnos antes de hablar de los demas.
Un saludo
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