- Entonces, ¿nunca pensaste en casarte?
- Sí, pensé –respondió Juan. – En mi juventud resolví buscar a la mujer perfecta. Crucé todas las congregaciones y cuando llege a la congregacion boulevard y conocí a una mujer muy linda y amable ; pero ella no era muy espiritual y le atraian algunas cosas del mundo.
Continué visitando y fui a la congregacion Linda Vista; allí encontré a una hermana muy espiritual precursora, pero no era bonita. Entonces resolví ir hasta la congregacion masssss lejana, la congregacion donde cené en la casa de una hermana bonita, y espiritual precursora regular, amable hospitalaria, amorosa.
- ¿Y por qué no te casaste con ella?
¡Ah, hermano mío!- respondio Juan- Lamentablemente ella también quería un hombre perfecto.
A veces no es conveniente pedir mas de lo que podemos dar. Es posible que lo que buscamos este a nuestro alcance pero aun no lo hemos notado.
Agradecimiento espesial a la hermanita PeRlItha OrrAnTIa por el E.mail.